11.30 h
Yo estaba sentado en el ordenador cuando oigo un extraño ruido en la puerta de la calle. Me levanto y me acerco a ella. Puedo notar que hay alguien al otro lado de la puerta y que está tocándola. Para mi sorpresa veo aparecer por la rendija, a la altura de la cerradura, un billete de 5 euros. El papel se desliza de arriba a abajo. Intento cojerlo pero me reprimo. Oigo voces, susurros, al otro lado de la puerta. Es árabe. O parecido. El billete desaparece y vuelve a aparecer junto a la cerradura superior. Se me acelera el pulso. Acerco el ojo a la mirilla, sigilosamente y veo, a menos de un metro de mi cara a dos corpulentos hombres.
Dudo. ¿qué hago?. No puedo abrir. Me quieren robar. Grito:
-¡¡Eh!! , ¡¡¿qué quieren?!!.
La pareja, se separa de la puerta, se gira y baja las escaleras, lentamente. Visten bien. Muy bien y la espalda del último es enorme. Cazadora y chaqueta de cuero impecable. Perilla bien afeitada.
- Nada, nada. Perdona.
Abro la puerta. No me ven la cara.
-Sí, Sí, te perdono. No te preocupes... (tono irónico).
Oigo que cojen el ascensor en el piso de abajo. Y yo cierro de portazo cuando noto que han entrado en el ascensor. Sé que la portera está fregando en algún punto de la escalera y la llamo.
Ella me responde desde unos pisos más abajo.
-Baja, tranquilo no te preocupes por el suleo mojado.
-¡¡Los tios del ascensor han intentado entrar en mi casa!!
Yo bajaba a la carrera por las escaleras y me cruzo con la treinteañera portera que me sigue corriendo. Les alcanzamos en la portería. Ellos simulan no tener prisa y no se giran a los gritos de la portera que les insulta con una cascada de palabrotas...
Salen a la calle y alli inician una desesperada carrera calle abajo. Un vecino, sorprendido, pregunta: - ¿a dónde van esos?.
Yo les sigo a distancia, cruzo la calle y les sigo por la acera contraria. No saben que les persigo. Se meten entre dos bloques, corriendo mucho. Yo bordeo el bloque y les veo salir por el otro lado. No me ven. Al rato, se giran y confiados aminoran el paso. Paran la carrera. Caminan. Y yo les sigo a distancia. Cruzan una calle y se meten en una portería cercana. Veo a un coche de la Guardia Urbana y lo paro. Les comento lo sucedido y me piden que llame al 091, que ellos van a entrar a la finca.
Cruzan la calle con las luces y entran corriendo. Yo llamo a la Policía Nacional. Mientras un urbano sube las escaleras yo informo al otro. Llega la policía nacional. Entran. Sale un guardia y me indica que han cogido a un tipo con la descripción pero que va con una chica. Ni señal del otro tío, el fuerte. Me pide que lo identifique. Le hago saber que me asusta que el hombre me reconozca, porque sabe donde vivo. Le miro a traves de una esquina. -Sí, es él-. Creo que no me ve.
Se llevan a la chica. Es una menor, extranjera, sin identificación. A él se lo llevan y me dicen que por custiones de extranjería. Que el tipo no ha forzado mi puerta, ni o ha podido intentar porque eso no se hace con un billete e 5 euros... Me dicen que soy libre de denunciarlo pero que en realidad sólo puedo decir que han metido un billete de 5 euros por la rendija... eso no es delito, ni falta, ni nada. Nada.
No ha pasado nada. Voy a comisaría. No pongo denuncia. Vuelvo a casa... y escribo en el Blog. Y tú me lees. Gracias por 'escucharme'.
... no ha pasado nada. Nada
